«¿Usted no encuentra, pues, odioso, despreciable, que una mujer abandone a su marido y a sus hijas para seguir a un hombre cualquiera, del que nada sabe, ni siquiera si es digno de su amor? ¿Puede usted realmente excusar una conducta tan atolondrada y liviana en una mujer que, además, no es ya una jovencita y que siquiera por amor a sus hijas hubiese debido preocuparse de su propia dignidad?»
¿DE QUÉ TRATA?
La historia comienza con un incidente en un pequeño hotel que se comunica con una pensión. Henriette, quien hasta antes del incidente era considerada una respetable mujer, ha huido con uno de los huéspedes, dejando atrás a su marido y a sus dos hijas. Tal suceso genera tremenda indignación entre los allí presentes, pues nadie comprende cómo pudo la Señora Henriette haber cometido semejante atrocidad. El narrador de la historia, sin embargo, está en desacuerdo con la mayoría e inicia un debate en el que defiende el derecho de aquella mujer a ejercer su libertad y encontrar la felicidad como mejor le parezca. En medio de la acalorada discusión, aparece como moderadora la Señora C, una distinguida mujer británica de sesenta y siete años, quien después de escuchar con atención la postura de nuestro narrador, decide confesarle en privado la historia de las veinticuatro horas que marcaron su vida.
«Puede usted creer a esta mujer de edad avanzada cuando le declara que no hay nada más insoportable que pasar toda una vida con la obsesión de un solo punto, de un solo día de existencia.»
MI OPINIÓN:
Esta es la novela con la que cumplo el reto lector de Enero (Supervelocidad – un libro con menos de 150 páginas).
Antes de dar mi opinión del libro, quisiera contarles algunas cosas interesantes acerca del autor:
Stefan Zweig vivió el terror de la Primera y Segunda Guerra Mundial; siempre se pronunció en contra de la guerra y trataba de transmitir mensajes antibélicos a través de sus obras teatrales. De hecho, durante la Segunda Guerra Mundial sus obras fueron prohibidas (porque era judío y por el contenido de las mismas). Abandonó Europa en 1940 y vivió en Brasil durante sus últimos años.
En 1942, en uno de los momentos más tensos de la Segunda Guerra Mundial y pensando que los nazis saldrían victoriosos y continuarían expandiéndose, él y su esposa tomaron la decisión de suicidarse (si tan solo hubieran esperado algunos años más).
Sobre el libro:
Veinticuatro horas en la vida de una mujer es una novela corta que podría categorizarse como psicológica; Zweig estaba sumamente interesado en la psicología, de hecho, seguía muy de cerca las publicaciones de Sigmund Freud.
En el libro se pone sobre la mesa un debate moral cuando Henriette huye con su amante y la Señora C confiesa haber estado en una situación similar en el pasado ¿Es correcto que una mujer deje a su familia y se deje llevar por la pasión?
La novela fue escrita en 1934, de verdad me asombró encontrar este dato y ver la temática que se trata en esta obra, nunca me hubiera imaginado que pudiese existir tal modernidad de pensamiento en ese tiempo, me sorprende muchísimo cómo el autor desafía al moralismo de la época.
Algo que en definitiva no me gustó fue el «romance» entre la Sra. C y el hombre con el que pasó las veinticuatro horas que «mancharon» su vida. Me pareció todo imaginación de la mujer, idealización pura y muy absurda. Sin embargo, viendo la obra desde una perspectiva psicológica entiendo el por qué fue escrito de esta manera, hoy en día podemos ver personas enamoradas que imaginan cosas que no son, ven corazones y flores donde simplemente no hay nada, desde mi punto de vista la Sra. C es una de ellas.
Después de leerlo ¿Con qué me quedo? ¿Cuál es el mensaje que percibí?
- Olvida el qué dirán.
- Si quieres estar con alguien pensando que «Algún día cambiará» mejor deja a esa persona. Si deseas cambiarle algo, entonces no es para ti.
- No te tomes tan en serio las cosas, ni a ti mismo(a). Como dicen por ahí: Si puedes resolverlo ¿Para qué te preocupas? Si no puedes resolverlo ¿Para qué te preocupas? – En este caso, la Sra. C no podía viajar en el tiempo para deshacer lo hecho ¿Para que mortificarse tanto? (Sí, tengo que tomar en cuenta la época, pero ella solita llega a la misma conclusión después. Vean la cita abajo, que a mi parecer es la mejor frase del libro)
«Con todo, si hubiese llegado a sospechar que un día oiría hablar a usted de modo tan objetivo sobre el caso de madame Henriette, tal vez hubiera puesto fin al incesante cavilar, a la constante denigración de mí misma…»
¿Lo recomendaría?
Es interesante cuando te pones a investigar el contexto que la acompaña (la época, el autor, etc) pero no podría considerarla una de mis lecturas favoritas y tampoco lo volvería a leer.
Calificación: 3 / 5 estrellas
– Romántica de closet
A Stefan Zweig se le dan mejor las biografías y las novelas históricas, diría yo. De hecho, Momentos estelares de la historia de la humanidad es su mejor obra.
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