El día 28 de junio se celebra el orgullo LGBT, el cual respeto mucho debido a la dura travesía que han pasado, por ello he decidido mencionar algunos personajes literarios que podrían considerarse de ésta comunidad. Pero como en casi todos los conteos sobre este tema, solo hablan de libros juveniles o muy nuevos, he optado por mencionar a personajes de libros más antiguos, ya sea que su temática gire entorno a éste tema, o nada más el personaje (ya que antes la mayoría no lo escribían tan abiertamente).
Algúnos personajes que recuerdo en orden cronológico son:
- Basil Hallaward, de «El retrato de Dorian Gray» – Oscar Wilde (1890)
A pesar de no decirlo textualmente, se puede notar al pintor Basil sumamente encaprichado con el atractivo físico de Gray, lo cual me hace pensar en sus veraderas preferencias sexuales, aunque en ese entonces uno no podía decirlo abiertamente.
- Orlando, de «Orlando» – Virginia Woolf (1928)
A pesar de ser un libro con mucha sátira, podemos observar que Orlando lleva una vida normal como hombre hasta que, sin razón aparente, despierta como mujer dándonos a reflexionar sobre la condición de las mujeres cuando aún se siente igual que antes (como hombre).
A pesar de no ser su tema principal, podría darnos una pequeña probada lo que siente la gente transgenero antes de realizar su cambio.
- Alexis, de «Alexis o el tratado del inútil combate» – Marguerite Yourcenar (1929)
Aquí nuestro personaje dirige una carta a su esposa en la cual va desmenuzando su doloroso combate interno para así intentar poner fin a un engaño e iniciar su nuevo modo de vida.
Una situación en definitiva muy complicada para toda la comunidad, donde tienes que dar ese duro paso para explicarles a los demás tu verdadero sentir y esperar la reacción de quienes te rodean.
- Heliogabalo, de «Heliogabalo el anarquista coronado» – Antonin Artaud (1934)
Éste es un ensayo histórico del emperador romano quién llegó al poder a los 14 años. Relata sus actos sexuales públicos y en rituales, menciona a sus esposas y amantes varones, su costumbre de vestir como prostituta y todos los cambios que realizó con sus senadores para su deleite personal.
Un libro que lleva a reflexionar sobre como el tener perferencias sexuales distintas no influye en que llegues a ser tan querido por la gente, pero con mucho cuidado de no llegar, como nuestro emperador, al libertinaje.
- Therese, de «Carol» – Patricia Highsmith (1952)
Anteriormente éste libro se títulaba «El precio de la sal» con el pseudonimo de Claire Morgan, debido a que escribir de éstos temas podía provocar su ruina como escritora. Trata sobre una dependienta y una cliente que inician una buena amistad entre mujeres, sin embargo Therese tiene claro que esto no es amistad, ni cariño, ni admiración. Es amor.
Este libro gozó de gran popularidad debido a su manera de persentar una historia de amor como cualquier otra (sin ser terror, sátira o querer aleccionar en lo malo que es esto si lo intentas) con sus dificultades, pero a fin de cuentas amor.
- George, de «Un hombre soltero» – Christopher Isherwood (1964)
Él es un profesor universitario que lleva una vida normal, hasta que pierde repentinamente a su amado novio en un accidente.
Es la vida cotidiana de cualquier homosexual intentando sobre llevar una gran perdida, aceptandolo y así seguir con su vida a pesar de las injusticias cotidianas y la soledad.
- Berengario, de «el nombre de la rosa» – Umberto Eco (1980)
Es uno de lo monjes del monasterio donde transcurre el libro. A través de varios pensamientos puedes percatarte de su amor hacia los hombres, ya que mencionan cartas enviadas a otro hombre pero del tipo que le envía un hombre laico a una mujer, o incluso su contemplación hacia el rostro de otro hombre.
A pesar de solo ser pequeñas menciones en el libro, quise mencionarlo ya que antes, una de las formas en que el mundo no te veía mal por quedar soltero, era uniendote al sacerdocio.
Si recuerdan algun otro personaje que consideren que puede formar parte de ésta comunidad, no duden escribirlo en los comentarios
-Lady Bookie
Una entrada muy interesante! Personalmente quitando al mencionado Basil de “El retrato de Dorian Gray”, y a Lisbeth Salander de la trilogía de Millennium de Stieg Larsson no puedo pensar en otros personajes LGBT. Saludos!
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